Castro Sarridal

En la localidad de Cedeira encontramos un interesante yacimiento arqueológico que mantuvo vida de manera constante durante varios siglos durante la Edad del Hierro. Estamos hablando del Castro Sarridal, cuyos restos pueden ser visitados en la península que forma la propia Punta Sarridal.

Edad del Hierro

El Castro Sarridal, como ya hemos dicho, data de la Edad del Hierro y los historiadores hablan de un rango de fechas de entre los siglos V-II a.C. hasta el primero o segundo de nuestra era, pudiendo estar ocupado por tanto hasta durante ocho siglos. Este poblado castrexo no fue trabajo y descubierto hasta el año 2017.

Podemos englobar a esta fortificación castreña dentro de la tipología de castros peninsulares, poblados frecuentes en estilo en las comarcas de Ferrolterra y de Ortegal. En el caso del poblado de la punta Sarridal, las propias características de los elevados acantilados de la zona, le daban una fortificación extra al castro. La cara que daba hacia la tierra estaba bien protegida por dos fosos de considerable tamaño y también por las murallas defensivas que daban cierra al poblado.

Una sauna

Uno de los elementos más importantes desde el punto de vista histórico que se han podido descubrir durante los trabajos de arqueología llevados a cabo en el Castro Sarridal fue el descubrimiento de lo que se cree que era una rudimentaria sauna en esta zona, algo hasta ahora muy poco común y que da una relevancia histórica a este sitio de descubrimiento reciente pese a su antigüedad.

Los trabajos arqueológicos llevados a cabo en el lugar y que hoy pasan ya en gran parte por la conservación y restauración de todo lo ya descubierto, sacaron a la luz la existencia de una estancia con horno que presumiblemente era utilizada para el aprovechamiento de los baños de vapor, algo poco usual y que es relevante dada la complejidad y la riqueza de la arquitectura de este edificio descubierto. En Galicia solo hay media decena de edificios antiguos así y el de Cedeira es el más antiguo de todos como más de 2200 años de antigüedad.

Además de esta sauna primitiva, en el entorno del Castro también fueron descubiertos restos de los muros defensivos, un molino, así como algunos elementos y herramientas como monedas o cuchillos.