El Bajo Miño desde Tomiño

Tomiño es un municipio situado en la provincia de Pontevedra y forma parte de la comarca del Bajo Miño. Está enmarcado por los montes del Niño de Corvo y A Pedrada, desde los que se pueden observar las balconadas que se originan hasta llegar al valle del río Miño y que se destinan a la plantación de productos de la huerta. Estas montañas y valles, sin lugar a dudas, forman un conjunto de singular belleza.

Restos de otras épocas

La existencia de restos del Paleolítico (Goián, Pinzás), el arte rupestre (Goián, Tebra), la cultura megalítica (Vilachán do Monte), la cultura castreña y la romanización denotan la existencia de población en estas tierras desde épocas muy antiguas. La civilización romana trabajó las minas aquí existentes. Posteriormente, los asentamientos suevos nos dejan la necrópolis de Currás, del siglo VI. Durante la época feudal, se corresponde la Torre de Tebra, principal monumento del municipio. La época Moderna estará marcada por los continuos enfrentamientos con Portugal, que luchará por su independencia a lo largo del siglo XVII y dejará el territorio definitivamente configurado con su carácter fronterizo. Fruto de esta intensa actividad bélica serán las numerosas fortificaciones que encontramos por todo el territorio.

Rutas turísticas

Mediante el recorrido de diferentes rutas turísticas podremos conocer la geografía y la belleza que nos ofrecen las tierras de este hermoso municipio, al mismo tiempo, que recorreremos los monumentos principales de Tomiño y sus importantes ríos trucheros.

La primera ruta está dedicada a los restos arquitectónicos, tanto religiosos como civiles, que quedaron patentes en esta zona tras el transcurso de los años. En este sentido, la primera parada la haremos en la Torre de Tebra que fue construida a principios del siglo XIV y se mantiene en muy buen estado de conservación.

 
En materia religiosa, destaca la Iglesia parroquial de Santa María de Tomiño que conserva en gran estado sus trazas románicas. Fue un antiguo monasterio benedictino y sufrió importantes reformas a principios del XIX que le han dado su aspecto actual. Mientras que otro bello monumento es la Iglesia de San Vicente de Barrantes, de estilo románico, en la que fueron descubiertas unas pinturas. Muy cerca del templo, aparece un interesante crucero historiado.

Por otro lado, contamos con la Ruta Miñota que sigue el cauce del Río Miño. La primera parada es la parroquia de Estás, donde se celebra la romería de la Virgen de la Peregrina, con la tradicional 'Danza de los Arcos'. En el lugar de Medos, podemos ver los restos de una antigua fortaleza construida en 1663. En Figueiró destaca la capilla dedicada a San Campio. Esta ruta finaliza en la parroquia de Goián, donde podremos contemplar los innumerables cruceiros que nos cruzaremos en el camino hasta llegar a las hermosas playas fluviales rodeadas de unas estupendas áreas recreativas. Si subimos al Niño de O Corvo, divisaremos una amplia panorámica de esta parte final del Río Miño.

La Ruta Troiteira discurre por la carretera PO-350, que cruza dos importantes ríos trucheros: el Tebra y el Furnia. Al recorrerla contemplaremos, en la parroquia de Piñeiro, una iglesia del siglo XVII. Después de cruzar el río Furnia, llegaremos a Sobrada, con su iglesia de finales del XVIII. En ella se celebra un curioso culto, el 'Lance da Cruz', donde se dan cita párrocos y pescadores de ambos lados del Miño. En Amorín se encuentran las ruinas de una antigua fortaleza del siglo XVII. Esta ruta termina en Forcadela, donde visitaremos un conjunto rural de gran belleza, formado por un puente medieval, un cruceiro de 1860 y un antiguo molino.

Finalmente, la Ruta de Petroglífos, como su nombre nos indica, nos mostrará la multitud de petroglifos esparcidos por el Monte Tetón.

Playas fluviales

En cuanto a las playas, podremos disfrutar de la playa de Goián que es una playa en el río Miño, en el propio término municipal de Tomiño, más utilizada por pequeñas embarcaciones que por bañistas.

Comida de la zona

¿Y qué decir de la gastronomía de esta zona? En Tomiño hay una excelente calidad en la materia prima. La proximidad del mar y del río hacen que tenga una gran calidad de pescado y marisco. Uno de los pescados más populares es la lamprea, que tiene gran importancia en la zona y la anguila. Además son también de importancia los productos de la huerta, de los cuales cabe destacar el kiwi y el mirabel, un tipo de ciruela procedente da Europa Meridional, que se suele servir en almíbar. Un dulce típico de la zona es la rosca tomiñesa, que cuenta con una fiesta gastronómica en su honor. Añadimos también por su originalidad el licor de cilantro, una hierba aromática muy apreciada, que comenzó a destilarse artesanalmente en Goián, donde hoy en día una empresa local lo produce con técnicas artesanales.