Pazo de Vistalegre

El Pazo de Vista Alegre es el único pazo de Vilagarcía de Arousa que está distinguido como Monumento Histórico Artístico. Es una edificación profundamente asociada al nacimiento de este municipio, capital de la comarca de O Salnés, y que tiene su origen a mediados del siglo XV, cuando García de Caamaño decidió construir una torre desde la que controlaría el burgo y el puerto.

Un incendio dio origen al Pazo

La torre original que se levantó en el en el siglo XV fue víctima de un incendio. Este fuego, nunca mejor dicho, fue la chispa que prendió la idea de lo que es el Pazo de Vista Alegre actual. En 1545 se implanta el mayorazgo de Vista Alegre y el abad de Teverga es quien impulsa la construcción de este edificio en colaboración con Álvaro Gómez de Sotomayor.

El edificio constaba con un caserón unido a dos torres laterales. Actualmente esto ya no es así, pues transcurrido cerca de un siglo completo, un rayo destruyó la torre sur. Ya durante el año 1645 se construyó el convento de las Agustinas y la torre sur volvió a levantarse de nuevo, para así quedar pazo e iglesia unidos por un arco pasadizo. Gracias a él los marqueses podían asistir a misa sin pisar la calle.

Las reformas posteriores

El Pazo de Vista Alegre fue objeto de algunas reformas a partir del siglo XVII y las diferentes obras realizadas en él le han acabando por dar la apariencia que tiene en la actualidad, incorporando estilos de las épocas posteriores a su construcción para incorporar elementos del barroco y de otros estilos. La casa señorial es de estilo renacentista.

Todo el Pazo se encuentra dentro de un espacio perfectamente acotado por lo que era la fortaleza medieval de Vilagarcía de Arousa y parte de sus muros al margen del rio O Con se pueden ver todavía hoy. En el interior del Pazo, entre otros bienes, destacan los óleos o los tapices flamencos e italianos del siglo XVII y en la fachada los escudos que representan armas y símbolos arzobispales con banderas flordelisadas. Estos escudos representan a las familias Caamaño, Mendoza y Sotomayor.

Con el paso de los años el edificio fue teniendo diferentes dueños y usos y a comienzos del pasado siglo XX el Pazo de Vista Alegre fue sede del Viceconsulado Británico. Más tarde fue adquirido por un indiano, Andrés Fernández, dueño de la mina de plata más grande de México.

Ya en los años 20, volvió a manos de los marqueses de Vilagarcía, hoy representados por la familia Barrio. Actualmente en su interior está el Colegio Filipense Sagrada Familia, de gestión privada.