Castillo de Andrade

El Castillo de Andrade es una antigua fortaleza medieval que se encuentra ubicada en el municipio de Pontedeume y que domina todo el valle del Eume y la ría de Ares. Es también conocido como Castillo de Nogueirosa. Está considerado Monumento Nacional desde 1924.

Siglo XIV

El Castillo de Andrade fue mandado construir por el señor de los Andrade, Fernán Pérez el Bueno, durante la segunda mitad del siglo XIV (1369-1377). Se cree que la fortaleza hoy conservada fue construida encima de una fortaleza más antigua, posiblemente de los siglos XII o XIII y que se erguía en un montículo conocido como Pena Lobeira a más de 300 metros de altura.

Las características del castillo, en altura y no especialmente grande, hicieron de él un elemento clave como atalaya defensiva en la zona del valle del Eume. La torre mide unos 20 metros de altura y 10 de ancho y proporcionaba una visión panorámica del entorno y el castillo no solo era de difícil acceso por su altura y la roca sobre la que está construido, sino también por el foso que lo rodeaba.

El castillo tuvo que ser reconstruido durante el siglo XV tras su destrucción durante las revueltas irmandiñas. A lo largo de su historia no solo perteneció a la familia de los Andrade, que tiene un escudo de armas en la fachada hoy casi imperceptible por el pulido del tiempo, sino que también estuvo bajo el dominio del Conde de Lemos, de la casa de Lerma o del Duque de Alba, quien ordenó su última restauración en el siglo XIX.

El Castillo en la actualidad

El actual estado de conservación de la vieja fortaleza de Andrade es bastante aceptable, sobre todo en lo referente a la Torre del Homenaje. La sillería que forma los muros de la fortaleza ha aguantado muy bien el paso de los siglos y también las batallas en las que la fortaleza fue protagonista.

Tan solo podemos hablar de ruinas para referirnos al interior de la construcción. Pese a ello sí podemos apreciar en los restos interiores que la torre disponía de tres alturas, estando la más alta de todas cubierta por una bóveda de sillería de la que todavía quedan restos. Existe también un nivel subterráneo en la que se ubicaban los calabozos.

Este no era un castillo residencial, sino un espacio para que los señores acudiesen únicamente como refugio en caso de encontrarse en situación bélica o en peligro. La zona residencial se encontraba en la parte baja del castillo. Cuanta la leyenda que incluso existía un paso subterráneo que comunicaba el castillo como el Palacio de los Andrade en el que residían los nobles, ubicado en el centro de Pontedeume.

El patio de armas tampoco era muy grande (unos 140 metros cuadrados) y se encuentra en la trasera del castillo.