Loureiros típicos de Galicia
La zona de Covas, en el municipio de Meaño, es quizás el santuario de todos los amantes del furancho gallego. A pesar de no ser una población especialmente habitada con respecto a otros municipios de las Rías Baixas, Meaño ha sabido trabajar la idea del furancho y explotarla como una atracción turística más con la que reforzar su actividad vitivinícola.
Comida casera y vino local
La idea del furancho, también conocidos en muchos lugares de Galicia como Loureiros, surge con la intención de dar salida a la producción de vino que no se ha conseguido vender de otra forma. Meaño es una población que tiene en la producción vitivinícola uno de sus motores económicos y el vino de Denominación de Origen Rías Baixas se nutre en gran parte de los frutos de las viñas de Covas.
Es por eso que muchas casas particulares se transforman durante unos meses al año en taperías o restaurantes en los que disfrutar de autentica comida casera que se riega con los vinos de la casa de producción propia de estos lugares. Disfrutar de un vaso o una taza de vino acompañado por producto local también para comer es algo que los gallegos y gallegas llevan disfrutando desde hace décadas pero que hace algunos años también ha llegado a oídos del visitante para vivir en propias carnes lo que es la experiencia enxebre y rural del furancho.
Cabe decir que los furanchos no son negocios de hostelería con licencia para abrir todo el año. La normativa en torno a estos establecimientos está restringida y los furanchos solo pueden abrir sus puertas durante tres meses al año englobados dentro de un calendario que se estipula por bando municipal. El gobierno local no solo decide las fechas en las que es posible abrir los furanchos en un año, sino también cuáles son las tapas que están permitido ofrecer a los que los visiten para evitar así que se genere una competencia demasiado directa con los restaurantes y taperías de la zona.
Más de una docena de furanchos
Si algo hay en Meaño es variedad donde escoger. Y es que hay quien considera la ruta de Furanchos de Covas como el kilómetro cero de los furanchos en Galicia. No en vano, en Meaño hay no menos de una docena de furanchos diferentes a los que se puede acudir en temporada de apertura.
Cada año surgen nuevos furanchos o se reacondicionan otros que la anterior temporada quizás no habían decidido abrir sus puertas. No hay que olvidar que los furanchos son en realidad casas particulares que deciden acondicionar su terraza, garaje, jardín o bodega en una zona para dar comidas en la que prepara baños, mesas y cocina para atender a los visitantes. Existen furanchos más rurales de tipo mesa corrida en la que las mesas son compartidas entre los diferentes comensales como si una barra de bar se tratase, otros son más de tipo íntimo y se asemejan a un restaurante por la disposición de sus mesas individuales. Estos negocios improvisados también están abiertos a reservas.
