Isla de A Creba

En medio de la ría de Muros e Noia se encuentra una isla enfrentada a la costa de la parroquia de Esteiro, se trata de la conocida como Isla de A Creba. En ella encontramos hoy un hotel de lujo.

¿Cómo es la isla?

La isla de A Creba tiene una extensión de 7,5 hectáreas y cuenta con un edificio residencial en su parte central, así como con un embarcadero y una zona de árboles frutales y césped.

Esta vivienda fue levantada encima de las ruinas de una vieja ermita, la capilla de Nuestra Señora de A Creba, hoy habilitada como un hotel con piscina y cinco suites dobles de lujo. Hay referencias también de otro templo en A Creba, uno que estaba dedicado a Santa María y por el cual muchos romeros se desplazaban cada año desde la Edad Media para rendir culto a la Santa. Hoy nada queda de esta última ermita.

La isla cuenta también con su propia leyenda dentro del imaginario gallego. En ella se cuenta la historia de un moro que vivía en la zona y que fue matado por los locales. Pero la hija, en venganza por el asesinato de su padre invocó al demonio y éste separó A Creba de la tierra y ahogó a los locales cristianos en el mar. Esta leyenda explica también la construcción de la iglesia de Nuestra Señora de A Creba como forma de volver a santificar la isla.

Visitas

La Isla de A Creba está rodeada de polémica en los últimos tiempos por la creencia de la imposibilidad del acceso al público general a ella. Esta isla, que no es de propiedad privada en exclusiva, sí tiene parte de su superficie acotada por la finca de un gran propietario que tiene allí un terreno, pero no la extensión completa de A Creba. En este terreno se levantó un chalet al más puro estilo de Pazo clásico gallego, el hoy hotel de lujo.

Es posible por lo tanto acercarse hasta la isla en barco y recorrer el entorno de las rocas y los límites entre la costa y el propio terreno privado del propietario del chalet. Hay un pequeño paseo circular que recorre todo su litoral y que se inicia en un pequeño embarcadero que fue construido por el mismo promotor que levantó la casa privada.

Los terrenos de esta isla fueron adquiridos en los años 60 a un gran grupo de propietarios y hoy es el heredero de este primer comprador el que es dueño de la vivienda de A Creba. Durante algún tiempo incluso existían verjas perimetrales y vigilancia privada para impedir el acceso, pero lo cierto es que en España el concepto de Isla privada no existe como tal y el recinto privado solo puede ocupar la zona de los límites marcados por la ley de costas.