Petroglifo Pedra das Cabras

La Pedra das Cabras es una gran roca localizada en el ayuntamiento de Ribeira, concretamente en la parroquia de Palmeira. La roca tienes unos grabados prehistóricos que se han datado en la Edad del Bronce.

Formas animales

El propio nombre con el que se ha bautizado a la piedra, Pedra das Cabras, pone en contexto el tipo de petroglifos que se pueden encontrar en este gran bloque pétreo. El Petroglifo de la Pedra das Cabras cuenta con dos animales representados con cuernos y cuello largo. Hay quien afirma que de las dos figuras, una es un macho y la otra es una hembra.

La forma en la que están representadas las dos figuras se asemeja a la de dos cabras o, en su defecto, dos ciervos y se entiende que quien los representó en la piedra pretendía darle una imagen de movimiento al representarlos con seis patas en lugar de con cuatro, algo también interesante de esta representación.

Estos grabados están datados en la Edad del Cobre, esto es, entre los años 2.200 antes de Cristo y el 1.800 a. C. La zona esta rodeada de espacio verde con grandes rocas y pinos gallegos protegiendo la gran Pedra das Cabras.

¿Cómo llegar?

La única manera de acercarse a conocer los Petroglifos de la Pedra das Cabras, una de las primeras manifestaciones de arte rupestre que se conocen de la zona del Barbanza, es hacerlo a pie recorriendo una pista forestal que no está adaptada para personas con movilidad reducida e incluso es necesario cruzar un riachuelo por encima de un tronco para no mojarse los pies.

La gran piedra de granito sobre la que se hicieron los petroglifos se encuentra en un espacio conocido como Lugar de Figueirido. Para llegar hasta allí se recomienda tomar un desvío en la autovía del Barbanza por el lugar de As Saíñas.

Actualmente el gobierno municipal de Ribeira trabaja en la posibilidad de crear un corredor ecológico en torno a esta representación de arte rupestre con el propósito de generar una zona de paseo y senderismo y poner en valor esta pieza prehistórica. El propósito es también el de recuperar los más de una docena de molinos que hay en el entorno de la piedra, así como la muralla del castro de Porto Baixo.