
Arte rupestre: Petroglifos más importantes de Galicia
Galicia alberga importantes petroglifos, reflejo de su rica prehistoria. Destacan en Pontevedra los petroglifos de Campo Lameiro, A Caeira y Tourón, entre otros. En A Coruña, los de Pedra Xestosa y Vilarmaior, con figuras humanas. En Ourense, destaca A Ferradura. Estos grabados datan de la Edad del Bronce.
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El PAAR o Parque Arqueológico de Arte Rupestres de Campo Lameiro es un espacio para la conservación, investigación y difusión de los petroglifos de Galicia. Cuenta con exposiciones y una recreación de un poblado da Edad de Bronce, para poder visualizar como era a vida en esa época. Durante las visitas se realizan diversas actividades para descubrir más sobre la vida en aquellos tiempos.
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En el concello de Marín, junto a la playa de Mogor, se encuentra uno de los conjuntos rupestres más significativos de toda Galicia. Los Petroglifos de Mogor destacan por ser unos de los gravados más característicos de la comunidad por sus formas laberínticas presentes en hasta tres rocas diferentes. La zona ha sido reforzada y puesta en valor desde que en el año 2011 se abrió un Centro de Interpretación junto a los petroglifos que permite entender mejor las peculiaridades de estos dibujos en piedra.
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En el municipio de Ponte Caldelas se encuentra uno de los conjuntos de arte rupestre al aire libre más importantes de Galicia, el área arqueológica de Tourón. La visita al área arqueológica de Tourón es gratuita y es libre, sin limitación de horarios. La zona está habilitada con una pasarela de madera que te lleva hasta las cinco estaciones en las que presenciar los paneles con los grabados pétreos que datan de la Edad de Bronce.
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El petroglifo de A Pedra da Grada se encuentra en la división del municipio de Moraña con Caldas y Portas. Actualmente se encuentra dividida en 2 ya que estuvo a punto de usarse para la fabricación de unos postes. Esta roca alcanza los 1,75 metros y en ella se encuentran grabados que parecen realizados por una grada (herramienta agrícola), de ahí su nombre.
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En los Montes de Gargamala, en Mondariz, se encuentran cientos de petroglifos milenarios diseminados por sus cimas. Estos grabados rupestres de mas de 4000 años fueron declarados Bien de Interés Cultural en 2013. Destacamos los el de O Campado, de Campo Redondo, Os Rochos, Escornabois, etc. Los petroglifos no están localizados en un punto en concreto sino que aparecen diseminados por la amplia zona en varias estaciones y piedras.
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Se localizan en Taboexa, a unos 500 metros del Castro de Altamira. Los dibujos están repartidos sobre varias rocas pero uno de los mas conocido es una gran serpiente de dos metros con un círculo en la parte central, por lo que se denomina "A Serpe Preñada". Además se pueden ver coviñas, tableros o juegos celtas, etc.
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El petroglifo conocido como Pedra das Cabras en la parroquia de Palmeira, en Ribeira. Los grabados se encuentran en una gran roca y se pueden ver que tienen forma de animales cuadrúpedos que se asemejan a unos ciervos. Se puede datar en la Edad de Cobre entre el 2200 a.c. - 1800 a.c.
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Ubicado en el límite entre Laxe y Vimianzo, es una estación de arte rupestre única en Costa da Morte por tener representaciones animales, poco habitual en este tipo de petroglifos. En uno de los paneles está representada una escena de caza con trazos algo borrosos pero donde se adivina una figura humana con cánidos.
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El ecoparque Arqueolóxico del Monte Tetón, ubicado en Tomiño, es un espacio natural de los puntos más importantes del municipio. Se puede realizar una ruta circular para conocer esta zona en la que destacan en poca distancia dos petroglifos conocidos como Portaxes y Real Seco.
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En la localidad de Amoeiro nos encontramos con un conjunto de yacimientos arqueológicos. Cuenta con más de veinte grupos en un área de 0.5 km2.
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Vilarmaior, con sus 134 petroglifos repartidos en 2,5 kilómetros cuadrados, es un destino único en Galicia para explorar el arte rupestre. Gracias a rutas bien señalizadas y accesibles, visitantes de todas partes pueden sumergirse en la magia de este tesoro prehistórico.
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Los Petroglifos do Cequeril, en Cuntis, combinan arte rupestre prehistórico y medieval en un entorno natural único. Este conjunto arqueológico es una ventana a la historia que invita a descubrir la evolución cultural de Galicia.
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En el concello de Cerdedo-Cotobade, los Grabados Rupestres de Fentáns ofrecen un viaje al pasado con casi 300 petroglifos únicos. La Laxe dos Cebros, la Pedra das Ferraduras y el Couto do Rapadoiro son los tres grabados más destacados.
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El área arqueológica de A Caeira se constituye de tres conjuntos de grabados rupestres de la Edad de Bronce que tienen la distinción de Monumentos Nacionales, destacando la Piedra Grande de Montecelo y la Laxe das Liebres. En este espacio puedes disfrutar de los petroglifos y la visita a su centro arqueológico. La temática combina los motivos geométricos y los naturales. Además, la zona es uno de los mejores miradores hacia la ciudad de Pontevedra y el curso del río Lérez por ella.
Arte rupestre: Petroglifos más importantes de Galicia
Descubre el fascinante legado prehistórico de Galicia a través de sus petroglifos, una de las expresiones más antiguas del arte rupestre en Europa. Estas enigmáticas tallas, esculpidas en rocas hace miles de años, nos hablan de la vida, creencias y misterios de nuestros ancestros. Desde los icónicos petroglifos de Campo Lameiro hasta los singulares grabados de A Costa da Morte, te invitamos a explorar los vestigios de un pasado que sigue vivo en el paisaje gallego. Este es nuestra particular visión acerca de los mejores petroglifos de Galicia. Toma nota.
Provincia de Pontevedra, donde se concentran más petroglifos interesantes
En Pontevedra tenemos una elevada concentración de estaciones rupestres de gran valor. Si quieres conocer petroglifos en Galicia que debes visitar, no puedes dejar de lado esta provincia.
PAAR Campo Lameiro: El Parque Arqueológico de Arte Rupestre (PAAR), en Campo Lameiro, es un espacio único para descubrir la vida en la Galicia de la Edad del Bronce a través de sus petroglifos y exposiciones. Con más de 20 hectáreas y un recorrido de 3 km, el parque incluye nueve paradas con grabados rupestres, como Laxe dos Carballos o Fonte da Pena Furada, además de una recreación de un poblado de la época. El moderno Centro de Interpretación ofrece exposiciones, recreaciones, paneles informativos y material audiovisual para profundizar en los grabados y su significado. Abierto todo el año con horarios y tarifas accesibles, también cuenta con visitas guiadas, talleres y zonas de ocio. Es un imprescindible para entender y preservar este legado histórico.
Pedra da Grada: La Pedra da Grada, también llamada Pedra dos Tres Curas, es un petroglifo en Moraña, cerca de los límites con Caldas de Reis y Portas. Mide 1,75 metros de alto por 1,02 de ancho y está partida en dos, debido a intentos de usarla como material para postes. Sus grabados recuerdan una grada, herramienta de labranza, y sirvió como marco para delimitar parroquias. Fue redescubierta en 2016 por Isaac González García.
A Caeira: En el barrio de A Caeira, en Poio, se encuentra una importante área arqueológica de arte rupestre, con más de 20 petroglifos de la Edad del Bronce. Los grabados combinan motivos geométricos y naturalistas, como los ciervos de Laxe das Lebres y los círculos de Pedra Grande de Montecelo. La zona, habilitada con pasarelas, iluminación y paneles, ofrece vistas espectaculares de Pontevedra. Un centro de interpretación cercano complementa la visita con exposiciones y réplicas.
Petroglifos de Mogor: Los petroglifos de Mogor, en Marín, son un símbolo histórico conocido como los "Laberintos de Mogor" por sus singulares grabados. Compuestos por tres conjuntos: Pedra do Laberinto, Pedra dos Campiños y Laxe dos Mouros, datan entre 1.800 y 600 a.C. Estas piedras muestran laberintos, cazoletas y figuras geométricas. Un Centro de Interpretación, inaugurado en 2011, permite profundizar en su historia y técnicas, abierto en Semana Santa y verano.
Área Arqueolóxica de Tourón: El Área Arqueológica de Tourón, en Ponte Caldelas, abarca 15 hectáreas con uno de los conjuntos de arte rupestre al aire libre más destacados de Galicia. Con petroglifos de la Edad de Bronce, ofrece una ruta por cinco estaciones, como Laxe das Cruces y Naval de Martiño, con grabados de cazoletas, círculos y escenas de caza. La zona, bien señalizada y de acceso gratuito, combina historia, paisajes y pasarelas para proteger el entorno.
Gargamala: En la parroquia de Gargamala, Mondariz, se encuentra un conjunto rupestre declarado Bien de Interés Cultural en 2013. Los petroglifos, con más de 4.000 años de antigüedad, incluyen círculos concéntricos, cazoletas, cruces y figuras zoomorfas. Dispersos por varias formaciones rocosas, se ubican en paradas como O Campado y Os Rochos. Accesibles por una pista forestal, su localización es compleja debido a la escasa señalización y la vegetación que los rodea.
Monte Tetón: El Ecoparque Arqueolóxico Monte Tetón, en Tomiño, destaca por su rico patrimonio prehistórico con hasta 200 petroglifos del Calcolítico y la Edad de Bronce. Entre ellos sobresalen el petroglifo das Portaxes, con 18 círculos y un diámetro de 250 cm, y el petroglifo de Real Seco, un laberinto de 350 cm. Este entorno combina historia, senderismo y biodiversidad, con una ruta de 5 km que ofrece vistas al Val Miñor y Baixo Miño.
A Cabreira: Se encuentran en Taboexa, a medio kilómetro del Castro de Altamira. Los grabados están distribuidos en varias rocas, siendo uno de los más famosos el de una gran serpiente de dos metros con un círculo en el centro, conocida como "A Serpe Preñada". También se observan coviñas, tableros o juegos celtas, entre otros símbolos.
Cequeril: En el municipio de Cuntis se encuentran estas cinco estaciones arqueológicas descubiertas por Ramón Sobrino Buhigas en 1920. De ellas, las más conocidas son Laxe dos Homes y Laxe dos Gatos, que han otorgado renombre a estos petroglifos.
Fentáns: En el municipio de Cotobade, en la parroquia de Sano Xurxo de Sacos, se encuentran los petroglifos de Fentáns, con cerca de 300 grabados. Destacan tres rocas: la Pedra das Ferraduras, que presenta huellas de cérvidos y bóvidos, la Laxe dos Cebros, con un diseño laberíntico y figuras de cérvidos, y el Couto do Rapadoiro, que muestra combinaciones circulares y escenas de caza. Estos grabados datan de la transición del III al II milenio a.C.
Provincia de A Coruña y sus petroglifos imprescindibles
Ascendemos al norte para ir ahora en busca de otros de los mejores petroglifos de Galicia, los que se encuentra en la provincia de A Coruña
Pedra das Cabras: La Pedra das Cabras, en Ribeira, alberga grabados prehistóricos datados en la Edad del Cobre (2.200-1.800 a.C.). Destacan dos figuras animales, posiblemente cabras o ciervos, representadas con seis patas para simular movimiento. Situada en un entorno natural con pinos y grandes rocas, se accede a pie por una pista forestal.
Pedra Xestosa: El petroglifo Pedra da Xestosa, en Laxe, destaca por representar animales y escenas de caza, algo raro en el arte rupestre. Fechado en la Edad del Bronce, se ubica en una piedra que forma un refugio y contiene tres paneles grabados. Las figuras incluyen ciervos, humanos, perros y formas geométricas, aunque el desgaste ha difuminado algunos detalles. Es un importante testimonio prehistórico en la Costa da Morte.
Estación Rupestre de Vilarmaior: Los petroglifos de Vilarmaior, cerca de Pontedeume, destacan por sus figuras humanas, lo que rompe con el estilo tradicional del arte rupestre gallego. Estos grabados, que incluyen formas circulares y figuras humanas, han generado múltiples interpretaciones.
Provincia de Ourense, donde se encuentra una estación rupestre muy interesante
También en la provincia de Ourense tenemos algunos de las estaciones rupestres más interesantes de Galicia. Este es un ejemplo.
A Ferradura: Los petroglifos de A Ferradura, ubicados en Amoeiro, se destacan por su misteriosa forma, especialmente apreciable cuando la luz solar es baja, al amanecer o atardecer. Este conjunto arqueológico, descubierto en 1998, incluye la Pedra da Ferradura, una gran roca con grabados que evocan un santuario milenario, rodeada de cuarzo y musgo.