Pontevedra, paisaje de río

El río Lérez se abre camino para bañar las tierras de pontevedresas y, junto a él, hay otra manera de conocer la ciudad de Pontevedra. Por algo esta urbe es conocida como la Ciudad del Lérez, un espacio que se vertebra a lo largo del río que atraviesa la ciudad y con puentes, junqueras y paseos dignos de recorrer solo, en compañía, haciendo deporte o junto a nuestras mascotas.

Hablamos de kilómetros de paseos que comienzan en Moureira dos Mareantes, justo al inicio de la zona centro de la ciudad, y nos conduce por un recorrido peatonal que nos regala preciosas imágenes y que acaba con un paseo conocido como la senda del Lérez, donde la naturaleza se abre paso y deja de lado las zonas de aparcamiento y de paseo paralelo a la carretera.

Más allá del río el paisaje cambia, el recinto ferial y el Palacio de la Cultura son los emblemas de la modernidad de Pontevedra. Además, muy cerca del río también se encuentra la Iglesia de Santiago el peregrino, conocida como "Santiaguiño do Burgo", la cual fue trasladada de su localización original, conservándose de la primitiva solamente la fachada. Por último, el Parque da Xunqueira, destino de caminantes y deportistas, se baña con las aguas del río Alba, afluente del Lérez. Aquí se encuentra el conocido como el parque de la Illa das Esculturas, donde senderismo, naturaleza y arte se dan la mano.

Los Puentes

Pero un río de ciudad no es importante si los puentes que lo atraviesan no lo son. Podemos hablar de hasta siete puentes importantes en el primer tramo del recorrido: Puente de la autopista, Puente de las corrientes, Puente de A Barca, Puente del Burgo, Puente de Santiago y Puente de los tirantes. De ellos, uno es peatonal, otro solo para coches y el resto son de uso compartido.

El Ponte de A Barca es el primero que nos detiene en este recorrido, desde el cual se divisan las modernas embarcaciones del puerto deportivo. Reformado en el año 2018 fue construido en el año 1867 y posteriormente cubierto en sus laterales para comodidad peatonal.

El Puente del Burgo es el puente más antiguo, de origen romano, y es el que sirvió para darle el nombre a la ciudad "Ponte Veteri". Al lado de éste nos encontraremos la nueva Plaza de Abastos y la Casa Sarmiento, sede del Archivo Provincial. La reforma a la que fue sometido en el año 2020 lo dejó totalmente peatonalizado.

El Puente de los Tirantes, considerado por el Ministerio de Fomento como uno de los 33 puentes más singulares de la historia de España, marcó una nueva estética en la ciudad pontevedresa; así, el juego de la torre, los contrapesos, el agua y los tirantes, con la ciudad al fondo, es tal vez la mejor imagen de la Pontevedra del siglo XX.

Las sendas del Lérez

El plato fuerte que explota y pone de relieve el río Lérez son las Sendas del Lérez. Un final de camino en el paseo por la ciudad que comienza poco después de la playa fluvial del Lérez para ofrecer un precioso paisaje verde de senderos de unos seis kilómetros de recorrido.

Las sendas del Lérez son totalmente peatonales y de exigencia baja. Bordea todo el río y llega hasta la pontevedresa parroquia de Bora. Por sus caminos se recorren antiguas sendas forestales muy usadas por los pescadores desde hace años y puedes dejar atrás las ruinas del viejo hotel-balnearios del Lérez (1906), la estación de bombeo o el precioso embalse de Bora donde termina el paseo.