Puente de los Tirantes

El Puente de los Tirantes es uno de los puentes que cruzan el río Lérez en la ciudad de Pontevedra, una estructura inaugurada en 1995 y que forma parte de la lista de los 33 puentes excepcionales de España que hizo el Ministerio de Fomento en 2004.

Una imagen icónica

La estética del puente de los tirantes es una de las imágenes más icónicas y fotografiadas de la ciudad del Lérez. El puente de los tirantes fue diseñado en 1992 por Leonardo Fernández Troyano y Francisco Javier Manterola y tres años después fue inaugurado.

El puente mide 125 metros de largo y cuenta con una gran torre de hormigón ligeramente inclinada que llega hasta los 63 metros. De esta torre parten un total de 17 pares de cables hechos en acero, de ahí el sobrenombre de puente de los tirantes. Estos tirantes sostienen la estructura de hormigón en el lado del río más próximo al recinto ferial. Al otro margen, los tirantes hacen contrapeso para equilibrar las fuerzas de la torre apoyándose en dos bases de hormigón.

Parte de la personalidad del puente es escuchar también el ruido que el viento hace golpeando los tirantes al paso por el puente y disfrutar del juego de luces y reflejos con el agua del Lérez que aumenta la belleza en la zona, con el telón de fondo de la Illa das Esculturas en un lado y la zona urbana pontevedresa de la ribera del río al otro.

El puente de los tirantes es de tránsito peatonal y de tráfico, con aceras a ambos márgenes y dos carriles por cada dirección de circulación en su origen. Hoy uno de estos carriles ya no está al haber sido sustituido por un carril bici en el año 2013.

Un proyecto más amplio

El Puente de los Tirantes fue la mejor forma de mejorar las comunicaciones en Pontevedra en el tránsito entre los dos lados del río Lérez. El proyecto de este puente formó parte de una idea mucho más amplia que incluía también el levantamiento muy próximo al propio puente del Palacio de Exposiciones y Congresos de Pontevedra. Se trató de un ambicioso proyecto del gobierno autonómico que pretendía mejorar la zona noroeste pontevedresa y dar una salida de la misma por esta zona.

Para su construcción se tuvo que trabajar teniendo en cuenta la poderosa influencia de las mareas en esta zona tan próxima a la desembocadura del río Lérez en la ría de Pontevedra.

Cabe decir que este puente es lugar escogido por la ciudad para ser escenario de partida o meta cada año de multitud de eventos deportivos relacionados tanto con el río (piragua, canoa, etc) como con la carretera (carreras a pie, bici, triatlón…). La proximidad de un pantalán en uno de sus márgenes y del Centro Galego de Tecnificación Deportiva es también significativa para ello.