
Ruinas y baterías militares que ver en Galicia
En Galicia, las ruinas y baterías militares son testigos del pasado estratégico de la región. Desde la provincia de A Coruña, con fortalezas como las de Montefaro y Punta Viñas, hasta las instalaciones en Pontevedra, como las baterías de Nigrán y Bueu, estos vestigios históricos ofrecen panorámicas impresionantes.
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La batería militar J3 se encuentra en Nigrán, en la península de Monteferro. Este lugar se le conoce también como los cañones de Monteferro por la existencia de unos antiguos cañones militares de defensa costera que fueron instalados en los años 30 como manera de defender la zona de posibles incursiones por la ría de Vigo de ejércitos extranjeros. Además de los cañones la instalación militar, hoy en ruinas, cuenta con un polvorín, un búnker y diferentes garitas.
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Uno de los mejores lugares desde los que disfrutar de las vistas de la entrada a la ría de Ferrol es el Mirador de A Bailadora, en Montefaro, situado en la localidad de Ares. Desde los 266 metros de altura de este mirador se puede disfrutar de una panorámica de toda la ría y entender por qué en el pasado fue un punto estratégico desde el punto de vista militar. Esto se entiende mejor cuando se observan los restos de los túneles y las antiguas baterías militares de Montefaro que se encuentran en la misma zona.
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Las vistas de los acantilados de la zona donde se unen ría de Ferrol y ría de Betanzos es una de las bellezas a contemplar desde la Punta Coitelada. En este lugar estratégico de la Ferrolterra también se encuentran alojadas las ruinas una batería militar que data del año 1900 y que se situó en la zona por ser este un lugar inmejorable para dotar de una estrategia defensiva a la zona que reforzase a las antiguas fortalezas de San Felipe.
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Las baterías militares de A Salgueira y Segaño se encuentran en Punta Segaño, en el municipio de Ares, y tienen sus orígenes a mediados del siglo XVIII. Actualmente se encuentran en ruinas y la construcción que se puede ver es fruto de una amplia reforma que llegó casi a comienzos del siglo XX. Desde punta Segaño se puede obtener unas magnificas vistas de la entrada de la ría de Ferrol.
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En el entorno de Montes de Barado, en un enclave sin igual para controlar la bocana de la Ría de Vigo y entrada a la villa de Baiona, se encuentran las abandonadas instalaciones de la batería militar de Cabo Silleiro y el Faro de Cabo Silleiro. Estos espacios pegados a la costa merecen la pena una parada para ser vistos. Hablamos de un lugar verde y escarpado que forma parte de la variante costera del camino portugués.
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La Batería de San Cristovo, en Ferrol, está formada por los restos de una edificación de carácter defensivo que data del siglo XVIII situada en la ría de Ferrol. Es una de las diferentes fortificaciones militares que existían en esta costa para defender la ciudad. Se encuentra a poca distancia del Castillo San Felipe y hoy cuenta con un mirador muy próximo que permite disfrutar de una panorámica interesante de la ría.
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Cabo Prior fue un importante punto de referencia militar en el siglo XX. Aquí se construyeron 3 baterías militares separadas por unos 300 metros de distancia dotadas de cañones de costa Vickers. Actualmente se conservan las ruinas de estos edificios después de que las baterías fuesen desmilitarizadas en el año 1991.
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La batería estaba situada a 700 metros de su ubicación actual pero debido a diferentes obras en el puerto se trasladó en 2007 a Cabo Prioriño Chico. Esta batería fue construida en 1739 y mejorada en 1762 junto con otras de la zona de la ría de Ferrol.
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Baterías militares situadas en el cabo Udra en Bueu. Podemos apreciar las ruinas del cuartel, garitas, almacenes y las diferentes instalaciones que conformaban este asentamiento militar de los años 30 del siglo XX. Era un importante punto situado entre la ría de Pontevedra y Aldán. Hoy en día ya no es una batería armada y de los cañones solo quedan los restos de los tornillos de sus anclajes.
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Las ruinas de las baterías de Campelo, en Valdoviño son dos complejos militares: el de Campelo Alto y el Campelo Bajo. El superior está en un acantilado a 200 metros de altura. Tienen su origen en el Plan de Artillado y Defensa de las Bases Navales de Ferrol, Cartagena y Mahón de 1926. Su construcción se acabó con la II República.
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Instalaciones de interés que se encuentran en la localidad de A Coruña desde 1929. Cuenta con visitas guiadas al centro, al museo y un recorrido por todas las instalaciones, que cuentan con un telémetro, sala de puesto de observación, la dirección de tiro, etc.
Ruinas y baterías militares que ver en Galicia
Explorar Galicia es descubrir un pasado lleno de historia y misterio, donde las ruinas y baterías militares emergen como testigos silenciosos de épocas de defensa y estrategia. Desde fortificaciones costeras hasta imponentes restos de la Guerra Civil, estos lugares no solo ofrecen vistas impresionantes al Atlántico, sino también un viaje a través del tiempo. En esta entrada, te mostramos las ruinas y baterías más fascinantes que puedes visitar para conectar con la historia militar gallega. Estas son las mejores ruinas militares en Galicia, todas ellas entre las provincias de A Coruña y Pontevedra.
La provincia de A Coruña es el mejor ejemplo de estas fortificaciones militares
Empezamos nuestra ruta por las baterías militares más interesantes en Galicia dentro de la provincia de A Coruña. Las baterías militares de Montefaro, en Ares, destacan por su ubicación estratégica y su historia defensiva. Desde el mirador de A Bailadora, a 266 metros de altitud, se obtienen vistas impresionantes de la ría de Ferrol y sus fortificaciones, como los castillos de San Felipe y A Palma. Construidas en el siglo XVIII y remodeladas posteriormente como baterías antiaéreas, estas instalaciones forman parte de un sistema defensivo con túneles y estructuras que revelan la importancia militar de la zona.
Y seguimos en Ares, porque aquí también podemos conocer las baterías de Segaño y A Salgueira, situadas en Punta Segaño. Servían para proteger la entrada a la ría de Ferrol. Construidas entre el siglo XVIII y principios del XX, estas instalaciones se encontraban en estado de abandono. La batería de Segaño, originaria de 1731, se modernizó en el siglo XIX con cañones y estructuras defensivas. A Salgueira, de la década de 1920, era más moderna y contaba con un cuartel y varios cañones. Ambas ofrecían vistas panorámicas inmejorables de la ría.
Y acabamos con Ares conociendo la batería de Sudova, construida a principios del siglo XX, se erigió para defender la ría de Ferrol y reforzar los antiguos fuertes de La Palma y San Felipe. Equipada con cañones Munáiz-Argüelles, su diseño austero y funcional de hormigón fue pensado para resistir bombardeos. Durante la Guerra Civil, los cañones fueron trasladados a otras zonas, y la batería perdió su uso militar.
Y en la ciudad de Ferrol está la batería de Cabro Prior. Construida a principios del siglo XX, formó parte de la defensa de la base naval de Ferrol. Comprende tres baterías: Prior Norte, Prior Alto y Prior Bajo, equipadas con cañones Vickers. Abandonadas en los 90, hoy las ruinas son visitables, mostrando cómo operaban estas defensas costeras.
También en Ferrol está la Batería de San Cristovo, construida en 1739. Aunque hoy está en ruinas, aún se conservan sus cañoneras, muros y el polvorín. Esta batería complementaba otras estructuras defensivas en la zona. Actualmente, el lugar cuenta con un mirador que ofrece vistas panorámicas de la Ensenada de Cariño y fortalezas cercanas.
Acabamos con la ciudad departamental nombrando la batería de Punta Viñas, construida en 1739 y ampliada en el siglo XVIII. Con capacidad para 17 cañones y más de 50 militares, sufrió varias reformas, incluyendo la mejora de su polvorín. Tras la desmilitarización y la ampliación del puerto de Ferrol, la batería fue trasladada a Cabo Prioriño en 2007 y ahora es visitable.
No abandonamos la ría de Ferrol. En Valdoviño están las Baterías de Campelo, formadas por dos conjuntos defensivos, fueron parte de la estrategia de defensa de la base naval de Ferrol. Construidas en la II República, contaban con cañones Vickers 381. Abandonadas en los años 40, hoy en día son ruinas que incluyen túneles y dependencias militares.
Por último, en la ciudad de A Coruña tenemos los cañones del Monte de San Pedro, instalados en 1929. Hablamos de una de las mejores baterías militares en Galicia, un vestigio del antiguo sistema defensivo costero coruñés. Originalmente parte de una batería de origen inglés, fueron inaugurados en 1933. Hoy, restaurados y bien conservados, son una atracción turística en el parque municipal, destacando por su belleza escultórica.
En la provincia de Pontevedra también se encuentran importantes ruinas militares
Nos movemos al sur y ahora es el turno de conocer las ruinas militares en Galicia que protegían las costas de las Rías Baixas. La primera parada son las ruinas del cuartel militar de Cabo Silleiro y su faro, situados en los Montes de Barado, en la Ría de Vigo, son un atractivo para los senderistas. El faro, inaugurado en 1886 y renovado en 1924, es uno de los puntos de luz más importantes de la zona. La batería militar J4, ahora abandonada, formaba parte de un sistema defensivo que nunca se utilizó. Las instalaciones incluyen cañones, túneles y edificios, aunque hoy en día la zona es peligrosa y no se recomienda su visita interna.
Sin abandonar la ría de Vigo tenemos en Nigrán la batería militar J3, situada en Monteferro. Fue construida en los años 30 para defender esta ría. Contaba con tres cañones Munáiz-Argüelles de 150 mm, capaces de disparar a más de 13 km. Abandonada en los años 60, hoy en día sus ruinas incluyen un búnker y edificios auxiliares. Aunque se planea un centro de interpretación, varios cañones han sido restaurados como parte de un proyecto de conservación y protección histórica.
Más al norte está el concello de Bueu, y aquí podemos visitar otra de las baterías militares más interesantes de Galicia. Las ruinas de las baterías J2, situadas en Cabo Udra , son vestigios de una importante defensa costera de los años 30, que protegía el acceso a las rías de Pontevedra y Aldán. Hoy en día, solo quedan los anclajes de los cañones Munáiz-Argüelles y edificios en abandono, como el cuartel y almacenes, cubiertos de pintadas y maleza. Algunas instalaciones han sido rehabilitadas para usos como un aula de interpretación de la naturaleza.