Santuario Virxe do Camiño

Dentro del patrimonio histórico y religioso de la localidad de Muros, el Santuario de la Virxe do Camiño ocupan un lugar relevante. Se trata de un edificio religioso que fue levantado durante el siglo XV y que es lugar de devoción marinera en la región.

La historia del templo

El Santuario Virxe do Camiño es un edificio que fue levantado en el siglo XV, sin embargo, hay constancia de la existencia de una ermita románica anterior de la que quedan recuerdos en forma de restos y algún documento.

El templo se convirtió con el tiempo en un lugar de referencia para vecinos y peregrinos, que se desplazaban hasta Muros con el objetivo de implorar a la Santa buena ventura en cuestiones relacionadas sobretodo con el mar. Desde suerte en una expedición o campaña marítima, hasta tempestades para evitar que llegase a las costas un ataque pirata.

Cuenta la tradición que la imagen de la Virgen que acoge el templo de Virxe do Camiño fue traída hasta él por mar y los vecinos fueron quien encontraron su imagen en la playa.

El templo se ha asociada desde hace siglos al hospital de San Lázaro en el que se daba tratamiento y atención a leprosos e incluso hay historiadores que afirman que parte de un edificio adosado a la fachada principal de la iglesia pudo pertenecer a estas instalaciones hospitalarias, si bien no existen documentos que lo confirmen.

¿Cómo es el santuario Virxe do Camiño?

El templo es de estilo gótico marinero. Dispone de una nave de planta rectangular dividida en cuatro tramos y tres arcos apuntados son los que dan soporte a su cubierta de madera a dos aguas que descansa sobre contrafuertes. El ábside es de crucería.

Si nos adentramos en el interior del templo podemos hablar de las figuras e imágenes que más relevancia tienen. En primer lugar, hay que citar la figura del Cristo Crucificado que se encuentra tras el altar mayor, una creación del siglo XIV. Hay muy pocas figuras similares en España a esta de madera de estilo gótico toscano. Si bien hay que decir de ella que no guarda la apariencia original con la que fue tallada, pues la cruz sobre la que descansa el cristo crucificado es un añadido barroco posterior.

Siguiendo con los elementos destacados del interior del templo cabe mencionar también la pila bautismal traida desde Génova, la maqueta de la Fragata del Tránsito (siglo XVIII) o los exvotos en forma de cuadros del siglo XVIII que se encuentran en sus paredes.