Castro de Viladonga

En la localidad de Castro de Rey, en la provincia de Lugo, se encuentra uno de los castros galaico-romanos más interesantes de la comunidad. El Museo y Castro de Viladonga está catalogado como Bien de Interés Cultural desde el año 2009 y pasa por ser uno de los castros mejor conservados de toda la comunidad gallega.

El Castro

El Castro Galaico-romano de Viladonga se encuentra a 535 metros de altura en plena comarca de Terra Chá y tiene una extensión aproximada de unas 4 hectáreas en su interior. La estructura la conforman dos antecastros y un castro central o Croa que ocupa unos 10.000 metros cuadros. La croa o zona más elevada es la que despierta un mayor interés histórico, pues aquí se encuentran la mayor parte de las construcciones y estructuras descubiertas como las viviendas, los almacenes o los corrales. Se distingue también un modelo de urbanismo en el castro distribuido por barrios que crecen de en torno a dos avenidas principales y también alrededor de la muralla.

Los trabajos arqueológicos en el lugar arrancaron en la década de los 70 del pasado siglo y se extendieron durante algunos años hasta concebir el museo monográfico en el mismo lugar ya en los 80. Todos estos trabajos permitieron encontrar numerosos materiales propios de la época romana avanzada y todas las estructuras propias de un castro de la época, rodeado por un muro de mampostería que llegaba hasta los 14 metros de altura en algunas zonas.

Todos los datos recogidos en el lugar dejan al descubierto que el Castro de Vidalonga permaneció ocupado por un largo periodo de tiempo y fue un asentamiento relevante en la Terra Chá entre los siglos II y V d.C.

El Museo

Para darle al hallazgo del Castro de Vidalonga la importancia que merece, se afianzó el descubrimiento a partir del año 1983 con el levantamiento en el mismo lugar del Museo do Castro de Vidalonga. Un lugar para hablar de la historia del asentamiento galaico-romano y, de paso, para servir de espacio de exposición para todos los hallazgos que allí aparecían en las excavaciones.

El Museo abrió sus puertas a finales del año 1986 y ya en la década de los 90 sufrió de varias ampliaciones y reformas para dar cabida a todo el material que hoy se puede visitar. El Museo cuenta con la distinción del Premio Cultura Gallega del año 2013 en reconocimiento a su labor de conservación y difusión del patrimonio arqueológico y también por su importante labor didáctica.

Cuenta con cuatro salas de exposición permanente y una para exposiciones temporales. La entrada es gratuita todos los días del año y solo cierra los días 24, 25 y 31 de diciembre y el 1 y el 6 de enero. Su horario es de 10.00 a 20.00 horas en temporada de verano (de marzo a octubre) y de 10.00 a 19.00 en la de invierno (de noviembre a febrero).