La Ciudad de Cristal

Una de las cosas más representativas de la ciudad de A Coruña es la Avenida de la Marina en donde se encuentra uno de los mayores conjuntos acristalados del mundo y una de las imágenes más emblemáticas de la ciudad. No en vano, A Coruña es conocida también por ser el “Balcón al Atlántico” y en ese sobrenombre influye directamente también sus galerías y ventanales que ofrecen las mejores vistas al mar desde la ciudad herculina.

Los actuales edificios que conforman esta estampa emblemática de la ciudad de A Coruña en la que hay mar por casi los cuatro costados tienen su máximo exponente exterior con esos balcones cerrados en los que el acero blanco o la madera se combinan con el cristal de la ventana para jugar con los reflejos y las luces. Con el paso de los años las galerías han ido creciendo y adaptándose a las modas por lo que podemos observar complejos de edificios con estética modernista, neoclásica o también historicista en los que las galerías son el factor común.

Cierto es que cuando hablamos de ventanales y galerías lo normal es fijarse directamente en la Marina, pero tampoco es algo exclusivo de la zona, ya que en un paseo por la ruta Modernista en A Coruña podemos ver edificios importantes de la ciudad como los de la Plaza de María Pita en los que se aprecia también esta tendencia en los balcones.

Mucho más que simples ventanas

Estas viviendas con ventanales hacia el mar son antiguas viviendas de pescadores en las que las galerías formaban una cámara térmica que protegía la fachada de la lluvia y permitía relacionar visualmente el interior con el exterior. Gracias a los ventanales se posibilitaba la ventilación, la captación del calor en invierno, como si de un invernadero se tratase, y también se daba la posibilidad de refrescar las habitaciones en verano. Esta escenografía acristalada de las galerías proporciona al visitante un espejo que recoge los reflejos de la luz del día desde el amanecer hasta el anochecer, algo que le ha valido a A Coruña ser rebautizada con el nombre de Ciudad de Cristal.

Las viviendas se comenzaron a construir a finales del siglo XVIII fruto de la evolución lógica de la arquitectura gallega que tiende a proteger del viento y de la corrosión de las brisas del mar las ventanas, terrazas y balcones.

Estas galerías abundan por toda Galicia, pero en las rías altas y sobre todo en A Coruña alcanzan su máximo uso. En la Avenida de la Marina vemos la estampa que caracteriza a la ciudad con las enormes galerías que protegen las fachadas de la brisa marina. El hierro fundido y las maderas nobles como las de la teca o el pino escocés o del Báltico son los materiales más utilizados en conjunción con el vidrio para hacer realidad la Ciudad de Cristal.

Un repaso por la historia

Este estilo arquitectónico característico de Galicia y muy afianzado en A Coruña llegó hasta la costa herculina gracias a la influencia del movimiento migratorio hacia el otro lado del charco. El retorno hasta A Coruña de los indianos trajo a la ciudad no solo la economía que con ellos se trasladaba, sino también un enriquecimiento en tendencias, cultura, moda e ideas de progreso.

La burguesía instalada y asentada en A Coruña ya en el siglo XIX permitió crecer a la ciudad con ideas urbanísticas y arquitectónicas que se reflejaron en una ciudad siempre pendiente del mar y del puerto y cuyo crecimiento en forma de ensanches la hizo progresar. La Ciudad de Cristal nace y se consolida en conjunción a todas estas riquezas en las que se trataba de aprovechar las ventajas del clima atlántico con las galerías y un estilo arquitectónico que se fijaba en la popa de los navíos del silgo XVIII para captar esa arquitectura tan características de los balcones.