Una de las mejores panorámicas de Arbo
A unos 700 metros de altura sobre el nivel del mar nos encontramos el Alto de San Fins, un espacio localizado en el ayuntamiento de Arbo en el que disfrutar de unas grandes vistas del valle del río Miño y que cuenta, además de con el mirador, con un área recreativa y una capilla con una inscripción que alude al siglo XVII.
El mirador
El mirador del Alto de San Fins es un balcón natural abierto hacia el valle del Miño y desde el cual se disfruta de unas grandes vistas del curso del río y del país vecino de Portugal, así como hacia otros valles vecinos como el de San Nomedio, también con su mirador y su ermita.
La zona está acondicionada con mesas y bancos de piedra que invitan a pararse en el área recreativa y que se llena de vida cuando llega la época de romerías en el alto.
La capilla
La capilla o ermita de San Fins es un pequeño edificio con planta rectangular y levantado en grandes bloques de granito, con tejado de teja a dos aguas. Su única puerta de acceso, es de instalación más moderna y cegó lo que antaño fue un acceso más amplio con arco de medio punto.
Pocos datos se tienen acerca de esta pequeña ermita, pero en uno de los muros de la misma se puede ver una inscripción en la piedra en la que parece leerse el año 1638. Se cree que el edificio de culto fue levantado en este lugar con el propósito de evangelizar un lugar en el que se detectan referencias de ser ya importante en el pasado para religiones más primitivas por la forma en la que las rocas del entorno están dispuestas y las marcas que presentan.
Como no podía ser de otra forma, la pequeña ermita de San Fins es también lugar de culto y romería durante al menos una vez al año. La romería en este lugar se celebra a comienzos del mes de agoUnsto y atrae a numerosos fieles que rinden culto a Santo al que se le otorgan poderes de protección y curación de los dolores de cabeza. La parte curiosa de esta romería es la peregrinación o ascenso hasta el Alto de Fins de los fieles que buscan su protección, pues se dirigen hasta su ermita portando una teja sobre su cabeza.
La leyenda también cuenta que la ermita está vinculada a la figura de San Fins de Arbo, el santo que ascendió con sus hermanos a parte de las cumbres del valle del Miño con el propósito de encontrar a su hermano San Telmo, que se había ahogado en el río. La creencia defiende que en cada una de las cimas a las que San Fins de Arbo ascendió, se construyó una ermita.
El Mirador y la capilla del Alto de San Fins están situados en Arbo a casi 700 metros de altura. En uno de los muros de la capilla se puede ver una inscripción que parece marcar el año 1638. Rodeando la capilla hay un área recreativa con mesas, asadores y una pequeña fuente. Desde aquí se disfruta de una de las mejores vistas del valle del río Miño.
