Curioso lugar en el río Tea
Uno de los atractivos que tiene el curso del río Tea a su paso limítrofe entre los ayuntamientos de Covelo y de Mondariz son los diferentes pasos construidos para poder cruzar el río sin mojarse en lugares en los que no ha sido posible levantar un puente. Los pasos de Tatín forman parte de estas construcciones y complementan la zona con algunos antiguos molinos de piedra que aprovechaban las fuerzas de las aguas para moles el grano.
Una hilera de pequeñas islas
Los pasos de Tatín emergen de las aguas fluviales como una hilera ordenada de pequeñas islas de roca colocadas de manera estratégica para sortear la crecida del río tanto para los animales como para las personas. Esto es algo bastante frecuente en el rural gallego y la zona de Tatín, en el lugar de O Outreido, brilla por la abundancia de estas construcciones de diferentes tamaños según el punto en el que cruzar. El origen de estos pasos es desconocido y se habla de la época romana o puede que una anterior.
Estas piedras no solo eran utilizadas como lugar de paso para evitar la remontada del río en busca de un puente, sino también dan buena cuenta de ellas algunos pescadores como es espacio ideal en el medio del río para hacer sus capturas, que en el caso del río Tea se centraban en la trucha o la lamprea.
A unos tres kilómetros del núcleo urbano de Mondariz se encuentra la zona de los Pasos de Tatín, que es de acceso a pie. Hay un gran parking cercano debido a que esta es una ubicación frecuentemente escogida por los bañistas para refrescarse en el río Tea durante los meses de verano.
El molino
Además de la vistosidad de los pasos de Tatín rodeados de los robles gallegos a los dos lados del Tea, en la zona de Tatín también es de destacar la presencia de un pequeño molino de piedra que hoy luce como nuevo después de la inversión municipal en su restauración para que se pueda ver cómo era su funcionamiento en tiempos en los que el material molido era parte importante de la economía local.
Hoy este molino de canal situado en el margen del río tiene todo los necesario para funcionar a la antigua usanza, con la muela y el embudo que lleva el material a moler hacia ella.
