El nombre de "Ciudad Olívica" se debe al olivo que estaba plantado en el atrio de la Colegiata de Santa María, que desapareció al construirse la nueva iglesia. Una de sus ramas fue plantada en la casa de Manuel A. Pereyra donde creció hasta que fue trasplantado a su actual ubicación, donde está protegido con una verja.
El nombre de "Ciudad Olívica" se debe al olivo que estaba plantado en el atrio de la Colegiata de Santa María, que desapareció al construirse la nueva iglesia. Una de sus ramas fue plantada en la casa de Manuel A. Pereyra donde creció hasta que fue trasplantado a su actual ubicación, donde está protegido con una verja.