Tunel construido por los romanos hace casi 2.000 años
Si eres un apasionado de la historia y la belleza natural, entonces el Túnel Romano de Montefurado es una experiencia que no puedes permitirte perder. Este asombroso logro de la ingeniería se encuentra en municipio de Quiroga, en la provincia de Lugo, Galicia. Este túnel es testimonio de la grandeza y la ingeniería de los romanos. Además, su entorno natural de gran belleza forma parte de la Ribeira Sacra, un territorio reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Un monumento a la ambición romana
El túnel romano de Montefurado es un túnel de aproximadamente 52 metros de longitud, excavado por los romanos en las entrañas de una montaña con el objetivo de desviar el cauce del río Sil y extraer el oro que yacía en sus sedimentos. Su construcción se remonta al siglo II d.C., fue una audaz empresa ordenada por el emperador Trajano.
El imperio romano buscaba aprovechar las riquezas auríferas de esta región gallega en la Ribeira Sacra. Los romanos emplearon la técnica conocida como "ruina montium", que consistía en fracturar la roca utilizando agua a presión y luego recolectar los materiales resultantes mediante canales y bateas. Para llevar a cabo esta tarea monumental, debían temporalmente desviar el río Sil, que formaba un amplio meandro en este punto. Su solución fue la apertura de un pasaje a través de la montaña, permitiéndoles controlar el flujo del río y acceder a los depósitos de oro.
El túnel original medía unos 120 metros de largo y 20 metros de ancho, diseñado en forma de "V" para facilitar su obstrucción y desobstrucción. Se estima que los romanos extrajeron aproximadamente 190 toneladas de oro de esta zona, enviándolo a Roma para financiar campañas militares y obras públicas. El Túnel de Montefurado se convirtió en el mayor lavadero de oro construido por los romanos en Galicia y en una de las obras subterráneas más impresionantes que aún perduran del Imperio Romano.
Un pasado turbulento
A lo largo de la historia, el túnel sufrió diversos daños, siendo 1934 uno de los años más críticos, cuando una inundación masiva provocó el colapso de la mitad del túnel, sellándolo y restaurando el río a su cauce original. Esto llevó a la inundación de las tierras que se habían convertido en campos de cultivo y al desaparecimiento del castillo que se erguía sobre el túnel. Hoy en día, solo restan algunos documentos gráficos y leyendas que testimonian su existencia. No fue hasta 1941 que el túnel fue rehabilitado y reabierto tras enfrentar nuevas dificultades causadas por riadas y la Guerra Civil Española. Desde entonces, el túnel se ha erigido como un testimonio histórico y una atracción turística.
Cómo visitarlo
Para visitar este tesoro histórico, puedes llegar en coche por la carretera LU-933, que conecta Quiroga con Monforte de Lemos. El túnel se ubica a aproximadamente 12 kilómetros de Quiroga, con un estacionamiento habilitado cercano. Desde allí, puedes acceder al túnel a través de un sendero que serpentea junto al río Sil, ofreciendo vistas panorámicas impresionantes del paisaje. Si bien no es posible entrar al túnel, ya que está protegido por una verja, encontrarás un panel informativo junto al sitio que relata su historia y funcionamiento.
El Túnel Romano de Montefurado es una asombrosa obra de ingeniería ubicada en Quiroga. Construido en el siglo II d.C. por los romanos para extraer oro del río Sil, este túnel de 52 metros es un testimonio de su ambición. A pesar de sus cambios con el paso de la historia, este sitio ofrece todavía una ventana al pasado de la hermosa Ribeira Sacra.
